DESARROLLO
PORTUARIO INDUSTRIAL
Clave
territorial del conflicto socio ambiental en Quintero
Por Gonzalo Gajardo Vistoso
En los
últimos días hemos sido testigos de una nueva emergencia ambiental atmosférica,
producida en Quintero zona de sacrificio. La situación ha puesto en riesgo la
salud de al menos 400 habitantes, según consignan las propias autoridades;
sanitaria, ambiental y organismos de protección civil a cargo de gestionar la amenaza
y la crisis.
Las
emergencias ambientales son recurrentes en la bahía. Al calor de estas, el
disenso y el conflicto socio ambiental en la zona, se reavivan con gran
emotividad bajo la temática de las <<vidas toxificadas>>[1].
De un
tiempo a esta parte, dichas emergencias vienen concitando polémica en la
opinión pública, haciendo de Quintero y Puchuncaví los íconos mediáticos del
riesgo y el daño toxicológico, frente a la injusticia ambiental y burocracia
institucional y científica.
Esta vez,
en un arriesgado intento por institucionalizar la crisis y contener la crítica
pública, la ministra de medio ambiente demandó perentoriamente a la
superintendencia, pronunciarse en 48 horas acerca de responsabilidades en las
emisiones que toxificaron el ambiente de Quintero, así como de eventuales
procesos sancionatorios.
El
superintendente de medio ambiente, se juega esta vez por levantar cargos a la
estatal ENAP, en base a una hipótesis infraccional que dice relación con; la supuesta
emanación de sustancias tóxicas desde grandes estanques de almacenamiento de
hidro carburo y otros compuestos, ubicados en su terminal marítimo de trasvase en
la bahía de Quintero.
La
resolución del 5 de septiembre[ii] emitida por la
superintendencia, ha sido fuertemente cuestionada; por la escasa relación de
causalidades establecida, así como por las falta de independencia y autonomía
institucional que debiera sostener dicho
organismo frente a la contingencia.
Empero,
dicha resolución contiene un antecedente revelador que pudiera ser clave en la
evolución de la conflictividad en el
corto y mediano plazos. En el oficio se
indica que; el terminal marítimo de ENAP, que ha obtenido sucesivas resoluciones
de calificación ambiental RCA entre 2001 y 2009, por sucesivas ampliaciones en su capacidad[iii],
no ha podido ser evaluado integralmente en relación al contexto y la dinámica
territorial de la zona.
En
efecto; ENAP, OXIQUIM, GNL, puerto Ventanas y otros, han expandido
sustancialmente sus operaciones portuarias industriales y graneleras en la
bahía Quintero. El sistema portuario industrial materializó, entre 2000 y 2013,
una inversión cercana a los 1.600 MUS$ principalmente en; ampliaciones,
modificaciones, aumento de capacidad en terminales y muelles para diferentes
tipos de carga energética (carbón, petróleo, GNL)[iv].
La plataforma
logística <<ventanas>>, ya representaba al 2014 un 13% de
importancia en el sistema portuario regional. Durante la década del 2000, la
dirección de territorio marítimo de la armada de Chile DIRECTEMAR alertó en
innumerables ocasiones, acerca de la saturación de la bahía y de los riesgos
ambientales asociados[v].
Conocidas
son las disputas entre compañías, por el control y dominio del litoral y el
borde costero. Conocida es también la conflictividad – interferencia, inocuidad
alimentaria, infraestructura, relocalizaciones – sostenida con diversos actores
del litoral, a propósito del ciclo de expansión portuario industrial y el desplazamiento de las comunidades de su hábitat.
El
acto administrativo de la superintendencia, más allá de su pertinencia, revela las causas estructurales del conflicto socio ambiental
en la bahía de Quintero; el tipo de desarrollo territorial del borde costero norte
de la región y la fuerte presión transformadora a la que es sometido el litoral.
[1]
Manuel Tironi, a
cargo del estudio “comunicación del
riesgo ambiental para las sustancias potencialmente contaminantes en el aire,
suelo y agua”, encargado por la autoridad ambiental al DICTUC en 2014 tras
el derrame de hidro carburos a la bahía, acuña el concepto de <<vidas
toxificadas>>, para referirse a la percepción y tematización del daño
ambiental en la zona de Quintero – Puchuncavi. Paralelamente evoluciona y se
solapa progresivamente la temática del desarrollo local frustrado, que
representa la injusticia territorial que sufren las zonas de sacrificio.
[ii] RES. EX. N°1 / F – 30 – 2018, que formula cargos a ENAP
refinerías S.A.
[iii] “las operaciones del terminal marítimo comenzaron con anterioridad a la
entrada en vigencia del sistema de evaluación de impacto ambiental… tras
numerosas modificaciones, las instalaciones hoy incluyen 13 estanques de
petróleo crudo, con una capacidad de almacenamiento de 405.000.- m3; 4
fondeaderos y 5 ductos para transportar hidro carburos; una zona de bombas que
se conecta a la refinería Aconcagua… 30 estanques cilíndricos para el almacena
miento de gas licuado de petróleo, con una capacidad de almacena miento de
162.000.- m3… el terminal marítimo nunca ha sido evaluado ambientalmente en
forma integral.” [iii]
RES. EX. N°1 / F – 30 – 2018… Pág. 1,
numeral 2.
[iv] Estos antecedentes
fueron expuestos en; Gonzalo Gajardo, “topofilia
en una zona de sacrificio. Experiencia de expulsión y desplazamiento en la
comunidad de pesca artesanal S – 24 de
Quintero”. Tesis para optar al grado de magister en gestión de proyectos
urbano regionales. Escuela de arquitectura UVM, 2018.
[v] “topofilia
en una zona de sacrificio…” Op.Cit.